El sector agroalimentario está viviendo una revolución y en 2024 hemos visto las tendencias marcan el camino hacia un futuro más sostenible, eficiente y tecnológico. Desde la agricultura regenerativa hasta la digitalización de los procesos y las proteínas alternativas, cada innovación nos acerca más a alimentar el mundo cuidando el planeta.
Para este nuevo año surgen nuevas innovaciones respecto al 2024, y otras que se actualizan y aportan mejoras en investigación y conocimientos. La sostenibilidad ambiental en el sector primario, junto con la transformación tecnológica rural y la seguridad alimentaria, son las principales metas con las que se alinean estas acciones.
Tendencias clave en 2025
Las tendencias clave en innovación agroalimentaria para el año 2025 serán:
1. Agricultura de precisión 4.0:
Destacan la IA y sensores avanzados para optimizar recursos y aumentar la eficiencia. Ya hemos visto cómo la Inteligencia Artificial y dispositivos de IoT pueden incorporarse en proyectos como BIAnexia, donde ayudan a monitorizar especies animales y recabar la información necesaria para proteger el bienestar animal.
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2. Proteínas alternativas:
La carne cultivada, los insectos y las algas ganan terreno como fuentes sostenibles. La ganadería tradicional supone un impacto ambiental muy considerable respecto a otras fuentes de proteínas como los insectos. La insecticultura genera significativamente menor de huella de carbono y maximiza el aprovechamiento de recursos de otras industrias convirtiéndolos de forma eficiente en proteínas alternativas.
3. Bioeconomía circular:
El desarrollo de nuevas tecnologías para convertir residuos agrícolas en bioenergía y bioproductos. En este sentido podemos hablar de la revalorización de subproductos y transformación de residuos en recursos útiles, como sucede en el proyecto GO LIVLAB-IN, contribuyendo a la reducción del desperdicio de alimentos y un menor uso de materias primas.
4. Cultivos resilientes:
Se centra en el uso de la biotecnología para enfrentar el cambio climático y mejorar la seguridad alimentaria. La implementación de tecnologías que garantizan la trazabilidad y transparencia de los productos, desde su origen hasta el consumidor, es esencial para asegurar la calidad y seguridad de los alimentos.
5. Agricultura urbana:
Cada vez está más extendido el vertical farming y los techos verdes, integrando el campo en las ciudades. La implementación de sistemas de cultivo en interiores y en vertical está optimizando el uso del espacio y los recursos, permitiendo producir alimentos durante todo el año y reduciendo el impacto ambiental.
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6. Tecnologías de captura de carbono:
Las empresas buscan minimizar el impacto ambiental adoptando prácticas agrícolas sostenibles, reduciendo la huella de carbono y utilizando energías renovables. Algunas de las soluciones innovadoras para reducir la huella ambiental del agro son la reducción del uso de fertilizantes químicos y productos fitosanitarios optando por el uso de abonos o fertilizantes ecológicos, o la integración de medidas de ahorro y eficiencia energética en las explotaciones agrícolas.
7. Alimentos funcionales personalizados:
Los consumidores buscan alimentos que promuevan un estilo de vida saludable, lo que impulsa la innovación en productos funcionales y nutritivos que satisfacen estas necesidades. Una nutrición adaptada a las necesidades individuales mediante la ciencia de datos permite mejorar la salud de las personas de forma considerable y sus hábitos alimenticios.
Estas tendencias reflejan un compromiso creciente de la industria agroalimentaria con la sostenibilidad, la innovación tecnológica y la adaptación a las demandas de los consumidores. Desde Asetaga trabajamos para dar soluciones personalizadas a cada organización, de forma que pueda superar los desafíos económicos, sociales, culturales y políticos a los que se enfrenta en un entorno en constante cambio.